© DAGFING SOTOMAYOR

¿Qué significa para mi ser un fotógrafo de Naturaleza?
Para ser un fotógrafo de naturaleza debes conocer e investigar a profundidad sobre la especie a la cual vas a fotografiar, leer artículos científicos sobre la especie, hablar con investigadores, hablar con biólogos, conocer sobre sus rutas migratorias, saber su estado de conservación, su importancia biológica, su grado de ferocidad, conocer su habitad, entre otras cosas. En general debes conocer sobre su comportamiento animal.
Cada vez que salgo de expediciones fotográficas tengo presente estos elementos, para capturar cada una de mis imágenes, no es solo hacer una foto bonita.

Para llegar a los sitios prístinos dónde se encuentran estos animales debes estar expuesto a condiciones climáticas impredecibles, permanecer horas bajo el sol, estar preparado para hacer largas caminatas sobre terreno agreste (terreno irregular, rocoso, peligroso) debes ser todo terreno. Cargar pesadas mochilas llenas de equipos fotográficos, como teleobjetivos, trípodes, tiendas de acampar (para protegerte del sol o lluvia). Saber caminar sobre roca y lava volcánica, arbustos espinosos, llevar siempre agua para evitar deshidratarte o que te dé un golpe de calor.
Deberás soportar el mareo, el golpeteo de la lancha, acostumbrarte a estar mojado por el oleaje y varias horas en alta mar, sin señal para por fin decir “tierra a la vista” y poder desembarcarte (es el sentimiento más reconfortante).

No es nada fácil ser fotógrafo de naturaleza, recibir exposición directa del sol por largos periodos, cuidar que los equipos fotográficos caros que tanto te costó poder comprar no se dañen y oxiden por la brisa salina del mar, llevar suficientes baterías (por que en esos lugares no podrás recargarlas), llevar un botiquín de primeros auxilios, GPS y brújula por si algo sucede y te pierdes y por precaución por cualquier emergencia.

Pero a pesar de todo esto me encanta ser fotógrafo de naturaleza, conocer nuevos lugares, explorar las islas, descubrir nuevos paisajes, asombrarte con los animales y sus interacciones, disfrutar de las texturas y es por esto que lo seguiré haciendo.

Estas fotografías forma parte de su colección personal de especies endémicas fotografiadas alrededor del archipiélago de Galápagos.

La Lagartija de lava es un pequeño reptil endémico de las islas Galápagos, este animal es muy escurridizo y sus movimientos son veloces, por lo cual es muy difícil de capturarlo. La peculiaridad en esta foto es la coloración rojiza y anaranjada en sus escamas cercanas al tórax, cuello y a su cabeza, colores característicos que solo se encuentran en las hembras de esta especie. Ademase cuenta con una excelente nitidez en sus escamas. Se encuentra situada sosteniéndose con sus garras sobre un pedazo de madera de color blanco.

Un majestuoso espécimen del Flamingo de Galápagos, fotografiada en una laguna poco profunda en Cerro Dragón situada al noroeste de la Isla Santa Cruz. Tiene un fondo desenfocado de rocas y agua. Si nos quedamos observando encontraremos algunos detalles, como que su cuello muestra la silueta de un infinito y con una ligera gota de agua al final de su pico que está a punto de caer.

Este animal se caracteriza por poseer patas alargadas, cuello largo y un llamativo plumaje de color rosa. La coloración de sus plumas refleja su vitalidad y buena salud, ya que esto varía según su dieta de crustáceos y microorganismos que filtra con su pico en aguas salinas de lagunas costeras.